1º día de la Novena a la Inmaculada (Corea)


Este año tal y como anunciamos la Novena a nuestra Madre Inmaculada la vamos a hacer en comunión con la Iglesia perseguida, siguiendo el orden de países donde es más difícil ser cristiano.

Hoy comenzamos por la Iglesia local de Corea del norte.

MADRE INMACULADA
RUEGA POR COREA

(Copio y pego el informe sobre la libertad religiosa que existe en el mundo.)


La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) se considera generalmente como la nación más cerrada del mundo, gobernada por el régimen más represivo del mundo, y que cuenta con el peor informe sobre derechos humanos del mundo. Aunque la Constitución de Corea del Norte estipula la “libertad de creencia religiosa”, en realidad no hay la menor libertad religiosa y continúan produciéndose graves violaciones de la libertad en este ámbito, según la Comisión para la Libertad Religiosa Internacional del Estados Unidos.
En diciembre de 2011 murió Kim Jong-il (conocido como Querido Líder) y le sucedió su hijo, Kim Jong-un. Corea del Norte está gobernada por la misma familia desde su creación, y posiblemente se trate de la única dictadura del mundo regida por una dinastía que se presenta a sí misma como deidad. El abuelo de Kim Jong-un, Kim Il-sung, conocido como el Gran Líder, recibe adoración real, y el culto a su persona ha continuado durante las dos generaciones que le han seguido en el liderazgo. De hecho, se exige lealtad absoluta a la familia Kim y al régimen y no se tolera ninguna otra creencia. Es obligatorio que en todos los hogares, oficinas y edificios públicos haya cuadros del Gran Líder y del Querido Líder.
Kim Jong-un mantiene el poder mediante una brutal represión de su pueblo. En diciembre de 2013, como ejemplo más claro, hizo arrestar y ejecutar a su tío Jang Song-thaek, anteriormente consejero suyo y el segundo líder más poderoso. Un mes antes, en un solo día ejecutaron a unas 80 personas acusadas de posesión de biblias y de haber visto películas de la televisión surcoreana. A principios de 2013, una exnovia de Kim Jong-un fue ejecutada con fuego de ametralladora y un antiguo viceministro de Defensa con fuego de mortero.
En 1988, el Gobierno creó federaciones religiosas para protestantes, católicos, budistas y chondokistas (seguidores de un sistema de creencias sincrético basado en el confucianismo), lo que no es más que reconocimiento de cara a la galería de los grupos religiosos. En Pyongyang se han construido una iglesia católica, dos protestantes y una ortodoxa rusa, que muchos analistas consideran que solo sirven para enseñarlas a los visitantes extranjeros. La Iglesia católica no tiene sacerdotes y por lo tanto no se puede celebrar misa. Esporádicamente se permite celebrar la misa a algún sacerdote que acude en visita, pero la mayor parte de las veces tienen que celebrarla en privado en las embajadas extranjeras. El Vaticano ha declarado las tres diócesis norcoreanas (Pyongyang, Hamhung y Ch’unch’on) sedes vacantes y están bajo la administración de los obispos diocesanos de Corea del Sur. Desde el 10 de marzo de 1962 no se ha vuelto a ver a Mons. Francis Hong Yong-ho.
Es imposible reunir estadísticas precisas del número de cristianos o de creyentes de otras religiones dada la naturaleza cerrada del país y el secreto con que practican muchos creyentes. Según las cifras oficiales, en el país hay 3000 católicos, pero si se tiene en cuenta a los creyentes ocultos, la cifra es muy superior. Según algunos informes, antes de la división de la península el número de católicos posiblemente llegase a cerca de 50 000 en el norte de Corea. Desde el establecimiento del régimen, en 1953, se calcula que han desaparecido unos 300 000 cristianos de distintas confesiones.
Los refugiados norcoreanos que han conseguido huir denuncian sistemáticamente la falta de libertad religiosa en el interior de Corea del Norte. La mayor parte de ellos afirma que jamás ha conocido a un cristiano ni ha visto una biblia. Un nuevo informe publicado en 2013 por el Centro de Datos para los Derechos Humanos de Corea del Norte, sobre Libertad Religiosa en Corea del Norte informa de que el 99,6 % de los desertores norcoreanos entrevistados aseguraron que no hay libertad religiosa en Corea del Norte, mientras el 75,5 % de ellos manifestaron que las actividades religiosas están penadas con detención y prisión.
La mayor parte de los nuevos conversos se hacen cristianos tras huir a través de la frontera con China, donde entran en contacto con misioneros cristianos que ayudan a los refugiados. Pero China sigue una política de repatriación forzosa de los norcoreanos. Cuando vuelven a Corea del Norte, entre las primeras preguntas que se hacen a los presuntos desertores es si han conocido algún misionero, si tienen una biblia, o si han tenido contacto con surcoreanos. A las mujeres embarazadas se les practica el aborto forzoso y a los recién nacidos el infanticidio.
En 2013, una nueva publicación de Justicia para Corea del Norte, The Persecuted Catacomb Christians of North Korea (Los cristianos perseguidos de las catacumbas de Corea del Norte), denuncia que “solo por el hecho de poseer o de leer la Biblia, los norcoreanos son internados en campos de prisioneros políticos de por vida, sin juicio. Solo por el hecho de rezar, se les obliga a realizar trabajos extremadamente duros, como esclavos, en campos de trabajo forzado o en prisiones comunes. Muchos cristianos mueren en estos campos y prisiones a causa del hambre y los malos tratos”.
Una pieza fundamental del sistema de represión de Corea del Norte son los brutales campos de prisioneros, conocidos como kwan-li-so, llamados en ocasiones “gulags”, en los que se calcula que viven unos 200000 presos en condiciones extremas, sometidos a graves torturas sistemáticas, privados de una alimentación adecuada y sujetos a un duro sistema de trabajos forzados que viola las leyes internacionales: trabajos en minas, en explotaciones forestales y en fábricas con raciones mínimas que provocan una fatiga extrema y numerosas enfermedades, causando, en muchos casos, la muerte. Se ha llegado a afirmar que al menos el 25 % de los cristianos de Corea del Norte están internados en campos de prisioneros. A las familias de los detenidos se les aplica la culpabilidad por asociación, por lo que pueden condenar hasta a tres generaciones.
A los observadores internacionales les ha sido imposible acceder a los campos, por lo que la información solo se puede conseguir a través de los supervivientes y de imágenes de satélite y otros servicios de inteligencia. David Hawk ha escrito un análisis detallado de los campos en The Hidden Gulag: The Lives and Voices of ‘Those Who are Sent to the Mountains’ (El gulag oculto:
vidas y voces de “los enviados a las montañas”), publicado por primera vez por el Comité para los Derechos Humanos en Corea del Norte en 2003, que cuenta con una segunda edición actualizada de 2012. En 2011, Amnistía Internacional publicó nuevas informaciones que demuestran cómo las autoridades tratan de ocultar la existencia de los campos disimulándolos con pueblos existentes.
Un aspecto clave del control de la sociedad de Corea del Norte por parte del régimen es el sistema de clasificación social llamado songbun, que divide a la población en 51 categorías de clases políticas agrupadas en tres grandes castas: “bases”, “vacilantes” y “hostiles”. La clase a la que uno pertenece está determinada por el nacimiento, teniendo en cuenta el registro y los antecedentes políticos de la familia, y afecta a todos los aspectos de la vida: acceso a la educación, atención sanitaria, racionamiento de los alimentos y oportunidades laborales. El sistema ha sido analizado en profundidad en un extenso informe del Comité para los Derechos Humanos en Corea del Norte titulado Marked for Life: Songbun – North Korea’s Social Classification System (Marcados de por vida: Songbun – Sistema de clasificación social de Corea del Norte), publicado en 2012. Tanto los cristianos como creyentes de otras religiones pertenecen de forma casi automática a las clases “hostiles” con la consecuencia de que están sujetos a fuertes castigos y a persecución.
En agosto de 2010, 23 cristianos fueron arrestados, y tres ejecutados. El 16 de junio de 2009 Ryi Hyuk Ok, de 33 años, de Ryongcheon-si Pyunganbuk-do, fue ejecutada por supuesta distribución de biblias. También la acusaron de organizar a adversarios del régimen, de espionaje, y de ser católica y tener contactos con Estados Unidos y Corea del Sur. El 17 de junio de 2009, su esposo, sus tres hijos y sus padres fueron trasladados desde la División de Seguridad Provincial de Pyungbuk a la División de Seguridad Nacional y desde allí se les envió al psiquiátrico no 22 de la División de Seguridad Nacional, prisión para delincuentes políticos localizada en Hweryung, Hambuk.
El 10 de marzo de 2009, Seo Keum Ok, de 30 años, de Sineuiju-si Pyunganbuk-do, fue arrestada por distribuir biblias y algunos CD, acusada además de espionaje y de ser católica con contactos con Estados Unidos y Corea del Sur. También la acusaron de haber espiado en las instalaciones nucleares de Keumchang-ri y Pyunganbuk-do. Según se ha sabido, fue sometida a “torturas indescriptibles” y se desconoce si está viva o no. Su esposo, Kim Pyung Cheol, también fue arrestado y encarcelado, y sus dos hijos están en paradero desconocido.
El 4 de octubre de 2008, Kim Kwang Myung, de 45 años, católico de Wonsan-si Gangwon-do, fue arrestado acusado de distribuir radios de onda corta. Según las informaciones recibidas, “no se sabe si está vivo o no”.
En noviembre de 2012, Kenneth Bae, cristiano coreano-americano, fue detenido en Rason City cuando guiaba a un grupo de cinco turistas europeos. En mayo de 2013 fue condenado a 15 años de trabajos forzados por “cometer delitos con el ánimo de derrocar a la República Popular Democrática de Corea manifestando hostilidad hacia ella”.
Informes de diciembre de 2012 indican un incremento en China del número de espías a la caza de los activistas de los derechos humanos y de los cristianos que ayudan a los refugiados norcoreanos. En enero de 2013 asesinaron a dos cristianos norcoreanos: uno recibió un tiro en la frontera cuando se dirigía a un acto de formación bíblica en China y el otro murió en un campo de 

prisioneros. La segunda víctima se había convertido al cristianismo en China y después había regresado a Corea del Norte, pero las autoridades descubrieron su fe y le enviaron a prisión donde fue duramente torturado y obligado a realizar trabajos forzados. En marzo de 2013, el Consejo para los Derechos Humanos de Naciones Unidas votó por unanimidad establecer una Comisión de Investigación para estudiar las violaciones de los derechos humanos que se realizan en Corea del Norte. La investigación, presidida por el juez australiano Michael Kirby, llevó a cabo una serie de audiencias en Seúl, Tokio, Londres y Washington DC y visitó Bangkok y otros lugares para reunir pruebas y redactar un informe para el Consejo de Derechos Humanos. 

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